Y he aquí su secreto...

He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.

sábado

Capítulo del 9 Volteado de Cabeza e Invertido...

Llora y llora y llora...
y llora y llora...
y llora...

Y de repente
como si Dios existiera y fuera también un Zorro
como si el mundo existiera y fuera un jardín de rosas...
como si de domesticarse se tratara...
como si los cazadores no fueran nunca a regresar...
como si las gallinas fueran a meterse a la boca del lobo...
(o a la del Zorro en todo caso)
como si la magia existiera y una serpiente tuviera el mordisco más viajero...
como si el tiempo se hubiera detenido para aguantar más el momento...
como si su alma hubiera, al fin, armado ese rompecabezas
y puesto la última pieza de su corazón, de nuevo...
como si también se hubiera dedicado a soltar nudos en el estómago
y poner mariposas dentro...
como si inclusive le hubiera dado fuerza el viento y las lágrimas le hubieran lavado el alma...
(y ella de la emoción: soltando nudos y armando rompecabezas)

Y es que de repente...
recordó todas las palabras y entre todas
(entre todas y tiene muchas)
escogió decir "gracias"...

Porque ahí...
en medio de la nada...
él, Zorro,
junto a sus medias y una sóla piedra
(las otras sus lágrimas se las llevaron)
[tal vez eso era lo que lavaban]
junto a su red de corbatas y su maleta vacía...

Ahí... ahí fue...
ahí fue donde de repente
un par de brazos lo acogieron en el más profundo de los abrazos...
más profundo que el miedo que tuvo al elevar su rostro
y ver, frente a frente...
a aquella...
la única por la que luchaba...
por la que se desvelaba...
por la que se perdía...
por la que buscaba...

Porque ahí,
ahí de repente...
la Vida lo tenía entre sus brazos...

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